¿Eres tú una de las 4 millones de personas en los EE.UU. que utiliza frenos dentales (braces) para corregir tus dientes desalineados, cerrar brechas o corregir tu mordida? Un estudio de Orthodontic.org reveló que hasta un 80% de los adolescentes en este país solicitará atención de ortodoncia en algún momento. Sin embargo, se ha dado también un resurgimiento reciente en adultos que optan por hacer lo mismo.
Es importante aclarar que independientemente de la edad que uno tenga, los frenos dentales pueden ser molestos y con diferentes grados de intensidad. Esto sucede particularmente durante los primeros días después de que sean colocados por primera vez, o cuando se realicen ajustes posteriores (normalmente de cada cuatro a seis semanas). Normalmente el dolor es ocasionado por la presión que se le aplica a los dientes y los desplazamientos naturales de los mismos. Aunque el objetivo del tratamiento es el desplazar los dientes, los tejidos blandos que estén alrededor de ellos y las encías pueden inflamarse fácilmente. También se puede experimentar dolor o molestia en la mandíbula, así como pequeños cortes en las mejillas y los labios interiores debido a los soportes de metal y alambres adyacentes. El tomar algún analgésico para el dolor antes de que los frenos sean colocados puede ayudar hasta cierto grado, pero también recomendamos lo siguiente cuando se esté experimentando malestar como consecuencia de los aparatos de ortodoncia.
Es importante señalar que un fuerte dolor en las encías durante el tratamiento de ortodoncia as anormal, por lo que debes alertar a tu dentista si sientes dolor que dure más de unos pocos días. Sin embargo, puede suceder que pequeños restos de comida queden atrapados bajo una pinza o se alojen por debajo de la línea de las encías. Si tú notas que esto ocurre, puedes utilizar un cepillo de dientes interdental (Proxabrush) para desalojarlo. También puedes utilizar un enjuague con agua tibia con sal para hacer contrarrestar el daño o sensibilidad de los tejidos blandos. Como medida preventiva, también recomendamos que te cepilles los dientes y las encías después de cada comida.
Si sientes molestias en la articulación temporomandibular (o articulación de la mandíbula), esto se podrá notar por
algunos brotes irregulares y “clicks” en los dientes, así como desplazamiento de la mandíbula. Esto no es motivo de alarma ya que estos síntomas ocurren naturalmente. Pero asegúrate de reportar cualquier molestia a tu dentista durante tus ajustes regulares y monitorea la situación en caso de que el dolor aumente.
En ocasiones los brakets, ligas, ganchos y cables puedan irritar los tejidos blandos como las mejillas, los labios y las encías. Para darle solución temporal, se puede aplicar un trozo pequeño de cera dental sobre los soportes individuales o cualquiera de los extremos del alambre afilados que pueden estar sueltos o rotos para ayudar a prevenir las úlceras. (Para úlceras existentes, se puede promover la curación con un enjuague de agua caliente y sal varias veces al día.) Incluso cuando se utiliza la cera dental, es importante continuar con el cepillado después de la ingestión de alimentos. La cera se puede aplicar a los aparatos de ortodoncia con la frecuencia que se necesite y es inofensiva si se ingiere.