Tu boca es un campo de cultivo de bacterias. Aún cuando las bacterias son necesarias para el funcionamiento de nuestras bocas, la cantidad excesiva de ellas puede ser perjudicial para la salud. Conocemos todos la regla de oro, que indica el usar cepillo de dientes e hilo dental por lo menos dos veces al día. Al hacerlo es común que no prestemos atención a una pequeña cantidad de sangre cuando nos enjuaguemos la boca.
Pero con cerca de tres cuartas partes de la población de Estados Unidos propensos a experimentar una enfermedad periodontal (de las encías) en su edad adulta, el sangrado de encías no debe ignorarse, ya que que puede ser señal de un posible problema dental y de salud.
Lo más preocupante es que en la mayoría de los casos, las personas desconocen que sufren de enfermedades en las encías. La enfermedad no es por sí sola dolorosa, pero el no prestar atención incluso a un sangrado leve puede resultar en un avance de la misma. Al educarse y tomar conciencia de los síntomas, las personas tienen una mejor oportunidad de detectar la enfermedad de encías antes de que se complique, ocasionando la pérdida de dientes o una enfermedad cardiaca.
“Periodontitis” significa inflamación alrededor de los dientes. Casos leves de enfermedad de las encías no deben ser dolorosos y, de hecho, no deben producir síntomas secundarios excepto unas gotas de sangre en el lavamanos mientras te cepillas. Otros indicios más severos de enfermedad de las encías incluyen inflamación o encías hinchadas y sensibilidad en el tejido de las encías alrededor de los dientes.
Si notas que las encías te sangran después de haberte cepillado y usado el hilo dental, asegúrate de estar atento a otros síntomas más serios incluso, si no sientes malestar severo como:
El sangrado de las encías se puede dar como resultado de un cepillado demasiado rígido, ciertas deficiencias de vitaminas, efectos secundarios de medicamentos como los anticoagulantes, prótesis dentales mal ajustadas, o como resultado de condiciones médicas graves como la diabetes, enfermedades del corazón, la leucemia o el escorbuto.
Es importante recordar que sólo tu dentista puede determinar con precisión la causa del sangrado de tus encías. Es probable que sea un caso tratable de enfermedad de las encías, pero como existe la posibilidad de que el sangrado ocurra por otras razones, es importante que no te auto- diagnostiques.
Existen estudios que indican que en casos extremos las personas con enfermedades de encías son más propensas a desarrollar enfermedades cardíacas o presentar dificultad en controlar sus niveles de azúcar en la sangre.
Sin embargo, otros estudios sugieren que podría también existir una posible relación entre la enfermedad de las encías y mujeres que dan a luz bebés prematuros o con bajo peso. Y de acuerdo con la Academia Americana de Periodontología, estos estudios han demostrado que la inflamación puede ser el factor responsable que vincula la enfermedad periodontal con otras enfermedades en el cuerpo. Por lo tanto es muy importante tratar la inflamación para no sólo curar la enfermedad periodontal, sino también para prevenir otros problemas de salud que puedan surgir.
Una rutina sólida de higiene bucal es una de las mejores maneras de prevenir la enfermedad de las encías, eliminar partículas e irritantes entre las encías y debajo de ellas y proteger contra la erosión de los dientes. Si notas las encías sangrantes, mal aliento, encías hinchadas o dolorosas o cualquier cambio en tu higiene bucal, busca una consulta dental siempre.
La mejor manera de tratar encias sangrantes:
Las limpiezas dentales hechas por un profesional, eliminan la placa dental y la formación del sarro que se acumula a lo largo de las encías y causan irritación. Además, tratar y controlar enfermedades crónicas y eliminar hábitos como el de fumar, pueden revertir los efectos de la enfermedad de las encías.
En caso de que la placa se haya endurecido y transformado en sarro, una limpieza dental profunda, conocida también como raspado y alisado radiculares, es necesaria para eliminar la acumulación y restaurar la higiene bucal. La acumulación a lo largo del borde de las encías puede causar irritación e infecciones en el tejido que rodea los dientes.
Afortunadamente, la enfermedad de las encías avanzada es reversible con una higiene apropiada y la intervención del dentista. Con frecuencia, los antibióticos, enjuagues bucales u otros productos tópicos son recetados para ayudar a tratar la infección en las encías.
La enfermedad de las encías que no sea tratada, eventualmente se va a transformar en periodontitis, formando bolsas donde se acumula la bacteria. La periodontitis puede llevarte a perder los dientes, porque el tejido blando y el hueso de la mandíbula se daña. Prevén y trata la enfermedad de las encías en las etapas tempranas, con ello vas a aliviar el dolor y el riesgo de perder el hueso, el tejido de las encías y los dientes.
La boca es concebida como un portal de la salud para el resto del cuerpo. Varios sistemas del cuerpo, así como las enfermedades crónicas están relacionadas con la higiene bucal.
Los estudios sugieren que la inflamación puede ser el factor responsable que une la enfermedad periodontal con otras enfermedades del cuerpo. Por eso es extremadamente importante tratar la inflamación no solo para controlar la enfermedad periodontal, sino para prevenir que surjan otras condiciones de salud.
Factores de riesgo como fumar y el uso de tabaco, predispone a los consumidores a desarrollar enfermedad de las encías lo cual puede causar que las encías sangren. Los pacientes con diabetes no controlada también pueden experimentar altos índices de enfermedad de las encías.
Desafortunadamente, es común que las encías sangren durante el embarazo, ya que muchas mujeres se abstienen de ir al dentista. Durante el embarazo, la enfermedad de las encías puede causar preeclampsia y bajo peso al nacer.