Al mirarse en la boca, puede identificar sin dificultad su lengua, sus dientes y sus encías. Pero existen otros elementos que son también imprescindibles para una boca funcional. Son esos tejidos que forman las conexiones entre su lengua o sus labios y el resto de su boca. En algunas personas, ese tejido conector, también llamado frenillo, es demasiado corto o fuerte y les causa problemas cuando se hacen mayores. En esos casos, puede ser necesaria una frenectomía.
¿Qué es una frenectomía?
Una frenectomía es cualquier procedimiento que modifica los tejidos unificadores del cuerpo, pero usualmente se refiere a cualquier intervención que corrige la anquiloglosia (lengua anclada) o el labio anclado. Este procedimiento consiste en cortar o modificar el frenillo, el tejido que conecta las distintas partes de la boca. La mayoría de las frenectomías orales se realizan en el frenillo lingual o el frenillo labial.
Usualmente, su médico puede determinar la necesidad de una frenectomía poco después de nacer su bebé. Suele causar problemas de amamantamiento, lo que puede ayudar a su pediatra a identificar el problema. Sin embargo, a medida que se hace mayor, pueden desarrollarse problemas de frenillo y requerir una intervención en su etapa adulta.
Frenectomía antes y después
¿Qué es una frenectomía lingual?
El tejido que conecta su lengua a su boca se llama frenillo lingual. Si levanta la punta de la lengua y se toca el paladar, podrá ver y sentir el frenillo lingual. Aunque su tamaño puede variar, algunas personas nacen con un frenillo muy corto, conocido como anquiloglosia, que restringe su capacidad de comer, beber o incluso hablar.
Si se procede a una frenectomía lingual siendo bebé, esto incrementará el radio de acción de la lengua, permitiéndole comer, beber y hablar correctamente cuando crezca.
¿Qué es una frenectomía maxilar?
Una frenectomía maxilar o labial resuelve el problema creado cuando el tejido que conecta el labio superior a la encía superior es demasiado corto. Si levanta el labio superior, podrá ver el frenillo labial. Sin embargo, las personas con un frenillo labial corto no son capaces de alzar el labio superior, y eso puede también crear un espacio entre sus dientes superiores.
Una frenectomía maxilar facilita la limpieza y el cuidado de los dientes delanteros, para evitar complicaciones orales, como la gingivitis. Tener mayor movimiento en el labio superior también ayuda las expresiones faciales, en particular la sonrisa.
El proceso de una frenectomía
La mayoría de las frenectomías son procedimientos sencillos que pueden ser llevados a cabo por su médico o dentista, pero que a veces con realizados por un cirujano oral o un otorrinolaringólogo. Independientemente de quien realice la frenectomía, seguirá esencialmente el mismo proceso y tardará unos 15 minutos.
- El médico o dentista aplica una anestesia local al área
- Con la ayuda de un bisturí, tijeras quirúrgicas o de un láser, el médico o dentista corta el tejido
- Dependiendo de la severidad, podría necesitar puntos de sutura.
Usar un láser para cortar el tejido generalmente reduce el riesgo de complicaciones y limita la pérdida de sangre. Otra opción es utilizar un bisturí eléctrico, un instrumento cauterizante para cortar el tejido evitando la hemorragia.
¿Cuánto tarda la recuperación de una frenectomía?
Dado que se trata de un procedimiento muy sencillo, normalmente la recuperación no es larga. El médico puede recetarle unos antibióticos para prevenir infecciones o complicaciones posteriores. Después de dos o tres días, debería poder reiniciar su actividad normal, incluyendo sus hábitos de comida.
Parte del proceso de recuperación para los bebés requiere que los padres mantengan el área limpia. Puede doler un poco inicialmente.
En los adultos, la recuperación de una frenectomía supone limitar la comida que ingiere durante unos días, para evitar que quede atrapada en el área de la cicatrización. Es probable que sienta cierto dolor, pero podrá calmarlo con medicación sin receta médica.
¿Necesita una frenectomía después de usar frenos?
Algunas personas requieren una frenectomía como parte de su tratamiento ortodóntico. Es una manera de reposicionar su lengua y acomodarla a una mandíbula que se ha movido. Para otras, la frenectomía elimina un espacio entre sus dientes delanteros. Su ortodoncista podría sugerir una frenectomía después de finalizar el tratamiento con frenos, para asegurar un alineamiento perfecto de sus dientes y mandíbula.
¿Quién puede diagnosticar y realizar una frenectomía?
Algunas personas dicen haberse cortado el frenillo lingual ellas mismas en casa, lo cual no es recomendable debido al riesgo de infección y otras complicaciones posibles. Los médicos, dentistas, cirujanos orales y otorrinolaringólogos tienen la formación requerida para saber operar de forma sanitaria, y hasta dónde cortar para corregir el problema.
Su médico, pediatra o dentista son las personas indicadas para identificar una lengua o un labio anclado. Aunque son condiciones bastante comunes en los infantes, algunos crecen sin necesitar una frenectomía, por lo que es importante consultar a un o una profesional en lugar de tratarla uno mismo.
Los chequeos regulares con su profesional dental son importantes para su salud oral. Si usted o su hijo o hija requieren un chequeo dental, el equipo de Jefferson Dental & Orthodontics le puede ayudar. ¡Haga una cita en la consulta más cercana a usted!