No hay nada mejor que una sonrisa amplia y blanca. Ya seas chico o viejo, hombre o mujer, no importa. Piensa en el pasado y recuerda cuándo fué la última vez que te viste sonreír en un espejo. ¿Hoy? ¿Ayer? ¿Quizás hace un año?
Queremos instituzionalizar la semana del espejo, pero en honor a todas las sonrisas. Ten un buen día, vete bien y siéntete todavía mejor. ¿Sabías que una sonrisa es increíblemente poderosa, e incluso es buena para la salud? Como prueba de ello:
- Una sonrisa nos hace más atractivos. Sin duda alguna, nos sentimos atraídos hacia personas que sonríen tenderemos a querer conocerlos mejor.
- El sonreír puede cambiar nuestro estado de ánimo. La próxima vez que te sientas triste o decaído, échate una ojeada en un espejo y regálate una sonrisa. Te sorprenderá lo bien que se siente, y además te lo mereces.
- El sonreír se vuelve contagioso. Tú seguro has visto como un lugar se ilumina con el poder de una sonrisa.
- Una sonrisa ayuda con el estrés. Sonará simple, pero las sonrisas son increíblemente efectivas para combatir momentos de alto estrés. Tómate un segundo, date un respiro, y sonríe.
- Las sonrisas ayudan a nuestro sistema inmune. Correcto. El sonreír ayuda a que nuestras funciones inmunológicas funcionen mejor y así evitar resfriados y otras enfermedades.
Suena bastante sencillo, ¿no creés? La cultura Maya dice que los espejos eliminan los sentimientos negativos al “cortar todas sombras” y dejar que nos veamos como realmente somos, para luego poder ver la imagen verdadera de quienes nos rodean. La cultura Azteca nos indica que los espejos son ventanas hacia nuestros espíritus que nunca mienten y exponen nuestra belleza interna. Ya sea que estas creencias sean verdaderas o no, lo que sí sabemos con certeza es que una sonrisa dice más que mil palabras. Cuando te levantes mañana por la mañana y vayas hacia tu espejo, inténtalo. Qué mejor manera de empezar el día que regalándote una sonrisa.