Mamar es una acción instintiva para los bebés, ya que es así como se alimentan. Un bebé puede empezar a chuparse el dedo en el útero, incluso desde el segundo trimestre de embarazo. Chuparse el dedo es común en infantes y niños, y por lo general dejan de hacerlo entre los dos y los cuatro años. A esa edad, sus dientes frontales comienzan a desarrollarse y pueden verse afectados por el acto de chuparse el dedo.
¿Por qué se chupan el dedo los bebés?
Los recién nacidos y las niñas y niños se chupan el dedo como un método de relajación que les da una sensación de seguridad. Otros niños y niñas se chupan el dedo para ayudarse a dormir. Si son menores de cinco años, no se les debería impedir chuparse el dedo, puesto que es un comportamiento natural.
Otras situaciones que pueden llevar a los niños y niñas a seguir chupándose el dedo son el aburrimiento y el estrés, lo que explica que lo hagan durante viajes largos en auto o mientras están viendo una película.
Efectos Negativos De Chuparse El Dedo
Si el hábito no se deja alrededor de los cinco años, puede tener serias consecuencias y afectar la calidad de su vida. Actos sencillos como masticar o hablar pueden verse alterados debido al hábito de chuparse el dedo.
El adorable y al parecer inocente acto de chuparse el dedo puede causar:
- La propagación de gérmenes que pueden causar una enfermedad
- Pulgares infectados debido a heridas en la superficie de la piel
- Sensibilidad en el paladar
- Un espacio entre sus dientes superiores e inferiores
- Dificultad para masticar
- Movimientos de dientes que pueden alterar la mordida
- Trastornos del habla, tales como el ceceo causado por una desalineación mandibular
Por ello, acabar con el hábito a tiempo puede ayudar a prevenir futuras visitas al ortodoncista.
¿A qué edad deben las niñas y niños dejar de chuparse el dedo?
Muchos niños y niñas dejan de chuparse el dedo por su cuenta entre los dos y los cuatro años. Para cuando empieza el jardín de infancia, o la edad de cinco años, deben dejar de chupárselo para prevenir futuros problemas dentales. A esta edad, sus dientes frontales comienzan a desarrollarse, por lo que pueden verse afectados por éste hábito.
Cómo Terminar Con El Hábito de Chuparse El Dedo
Cuando se intenta que un infante deje de chuparse el dedo, es importante llegar a la raíz del problema. Algunos se aburren, mientras que otros sufren de problemas más serios, como el estrés y la ansiedad. Averiguar por qué lo hacen o qué genera este comportamiento es el primer paso para poder detenerlo.
Estas son algunas formas fáciles de lograrlo:
- Trate de aliviar cualquier ansiedad o incomodidad que el niño o niña pueda estar experimentando y le esté llevando a chuparse el dedo.
- No los castigue por chuparse el dedo, ya que esto crearía más presión y los empujaría a hacerlo aún más. En vez de eso, trate de premiarlos o felicitarlos por no chuparse el dedo.
- Trate de explicarle a su hijo o hija, usando palabras que pueda entender, los efectos a largo plazo de chuparse el dedo.
- Trate de usar plásticos protectores para romper el hábito. Estos protectores pueden lograr que su hija o hijo tome conciencia de su hábito y servir de recordatorio de no chuparse el dedo.
¿Cómo Puede Ayudar un Ortodoncista?
El ortodoncista también puede ayudar a su hija o hijo a dejar de chuparse el dedo. Contactar a un ortodoncista es una buena manera de evaluar la severidad del problema y de recibir consejos de un profesional acerca del mejor método para solucionarlo.
Jefferson Dental & Orthodontics ofrece un dispositivo oral que se fija en el interior de la boca y ayuda a detener el hábito de chuparse el dedo impidiendo colocar el pulgar detrás de los dientes. Estos dispositivos se usan por lo general durante de un año, hasta que el hábito se elimina por completo. Hable de ello con su dentista durante su siguiente cita si le interesa su uso para su hijo o hija.
Contacte a su dentista pediátrico para saber si los dientes de su hijo o hija han sufrido daños debido al hábito de chuparse el dedo. Además, tenga en cuenta que puede llevarle a visitar un ortodoncista a partir de los siete años para prevenir futuros problemas dentales.